¿Qué elementos deben incorporarse al currículo para la implementación de una pedagogía de la literatura?
La pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición lectora en las y los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por la lectura, es decir, al placer de leer poemas, novelas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los estudiantes y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje. Pero, al mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a que se llegue a leer entre líneas, a ver más allá de lo evidente, para poder así reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores de todas las realidades abordadas. Se busca entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, la capacidad de formular juicios sustentados acerca de los textos, esto es, interpretarlos y valorarlos en su verdadera dimensión.
Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático. En tal sentido, se requiere abordar la obra literaria en la escuela, de tal suerte que se generen lectoras y lectores críticos de su propia cultura, creativos y sensibles ante el lenguaje poético, con un amplio conocimiento cultural y con la disposición necesaria para disfrutar la ficción literaria y la libertad expresa de poder leer cuando y como se desee. De allí que se propenda por una pedagogía de la literatura centrada básicamente en la apropiación lúdica, crítica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones. Pero también se espera que ese contacto con la literatura le permita explorar, enriquecer y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo es lo que, desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “qué tipo de texto leer”; es decir, se pretende que se lea la obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación. Si bien el objetivo apunta al desarrollo de una tradición lectora que aporte a la comprensión, interpretación y disfrute del texto literario, también se debe estimular la capacidad productiva de los estudiantes, es decir, estimular y propiciar la escritura con intención literaria: cuentos, socio-dramas, poemas, ensayos, etc. De tal forma que puedan expresar sus formas particulares de sentir, ver y recrear el mundo, a la vez que desarrollen su producción escrita, teniendo en cuenta que el texto literario aporta al mejoramiento de las capacidades expresivas, imaginativas y cognitivas de los estudiantes.
Sabiendo que el currículo es entendido como un principio organizador de los diversos elementos que determinan las prácticas educativas es preciso tener en cuenta los lineamientos curriculares de lengua castellana dados por el MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. De ahí que “los mejores lineamientos son aquellos que propician la creatividad, el trabajo solidario en micro centros o grupos de estudio el incremento de la autonomía y fomenten en la escuela la investigación, la innovación y la mejor formación de los Colombianos”.
Ahora bien desde LA DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y DE LA LITERATURA PARA PRIMARIA a través de la ADAPTACIÓN Y LA EDUCATIVIDAD: Los elementos curriculares deben adaptarse a los niveles educativos como al currículo vigente, a las posibilidades y competencias de los estudiantes; Deben también ser educativos, es decir, aportar nuevas competencias, habilidades y conocimientos, colocando a los estudiantes en situaciones que requieran interés y esfuerzo.
Desde la MOTIVACIÓN Y AFECTIVIDAD: Los elementos del currículo deben centrarse en la medida de lo posible en los intereses y necesidades de los estudiantes proporcionando cierto grado de satisfacción y entusiasmo a todos los participantes profesor y estudiantes.
Entre tanto con la PARTICIPACIÓN: Desde un punto de vista pedagógico y didáctico el diseño curricular tiene que favorecer la socialización e intervención de todos los estudiantes en un ambiente de trabajo y empatía igualmente, es importante el trabajo colectivo y en grupos realizando tareas colectivas y conjuntas.
Finalmente la CREATIVIDAD, EXPRESIVIDAD Y CRÍTICA: a través de los elementos curriculares deben propiciar la expresión personal, la creatividad de los estudiantes en todos los procesos comunicativos, así como el desarrollo de las capacidades críticas de tipo constructivo.
LOMAS,C. Y OSORIO,A. (1991): “Modelos teóricos y enfoques didácticos en la enseñanza de la lengua” El estudio comparativo del diseño curricular de lengua y literatura y el decreto que regula los objetivos, contenidos nos lleva a establecer los ajustes que han supuesto los nuevos enfoques en relación con lo establecido hasta el momento, pero también a subrayar las carencias que siguen observándose en la enseñanza del lenguaje y la literatura.
La pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición lectora en las y los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por la lectura, es decir, al placer de leer poemas, novelas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los estudiantes y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje. Pero, al mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a que se llegue a leer entre líneas, a ver más allá de lo evidente, para poder así reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores de todas las realidades abordadas. Se busca entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, la capacidad de formular juicios sustentados acerca de los textos, esto es, interpretarlos y valorarlos en su verdadera dimensión.
Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo Según lo expuesto, la formación en literatura busca también convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático. En tal sentido, se requiere abordar la obra literaria en la escuela, de tal suerte que se generen lectoras y lectores críticos de su propia cultura, creativos y sensibles ante el lenguaje poético, con un amplio conocimiento cultural y con la disposición necesaria para disfrutar la ficción literaria y la libertad expresa de poder leer cuando y como se desee. De allí que se propenda por una pedagogía de la literatura centrada básicamente en la apropiación lúdica, crítica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones. Pero también se espera que ese contacto con la literatura le permita explorar, enriquecer y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo es lo que, desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “qué tipo de texto leer”; es decir, se pretende que se lea la obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación. Si bien el objetivo apunta al desarrollo de una tradición lectora que aporte a la comprensión, interpretación y disfrute del texto literario, también se debe estimular la capacidad productiva de los estudiantes, es decir, estimular y propiciar la escritura con intención literaria: cuentos, socio-dramas, poemas, ensayos, etc. De tal forma que puedan expresar sus formas particulares de sentir, ver y recrear el mundo, a la vez que desarrollen su producción escrita, teniendo en cuenta que el texto literario aporta al mejoramiento de las capacidades expresivas, imaginativas y cognitivas de los estudiantes.
Sabiendo que el currículo es entendido como un principio organizador de los diversos elementos que determinan las prácticas educativas es preciso tener en cuenta los lineamientos curriculares de lengua castellana dados por el MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. De ahí que “los mejores lineamientos son aquellos que propician la creatividad, el trabajo solidario en micro centros o grupos de estudio el incremento de la autonomía y fomenten en la escuela la investigación, la innovación y la mejor formación de los Colombianos”.
Ahora bien desde LA DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y DE LA LITERATURA PARA PRIMARIA a través de la ADAPTACIÓN Y LA EDUCATIVIDAD: Los elementos curriculares deben adaptarse a los niveles educativos como al currículo vigente, a las posibilidades y competencias de los estudiantes; Deben también ser educativos, es decir, aportar nuevas competencias, habilidades y conocimientos, colocando a los estudiantes en situaciones que requieran interés y esfuerzo.
Desde la MOTIVACIÓN Y AFECTIVIDAD: Los elementos del currículo deben centrarse en la medida de lo posible en los intereses y necesidades de los estudiantes proporcionando cierto grado de satisfacción y entusiasmo a todos los participantes profesor y estudiantes.
Entre tanto con la PARTICIPACIÓN: Desde un punto de vista pedagógico y didáctico el diseño curricular tiene que favorecer la socialización e intervención de todos los estudiantes en un ambiente de trabajo y empatía igualmente, es importante el trabajo colectivo y en grupos realizando tareas colectivas y conjuntas.
Finalmente la CREATIVIDAD, EXPRESIVIDAD Y CRÍTICA: a través de los elementos curriculares deben propiciar la expresión personal, la creatividad de los estudiantes en todos los procesos comunicativos, así como el desarrollo de las capacidades críticas de tipo constructivo.
LOMAS,C. Y OSORIO,A. (1991): “Modelos teóricos y enfoques didácticos en la enseñanza de la lengua” El estudio comparativo del diseño curricular de lengua y literatura y el decreto que regula los objetivos, contenidos nos lleva a establecer los ajustes que han supuesto los nuevos enfoques en relación con lo establecido hasta el momento, pero también a subrayar las carencias que siguen observándose en la enseñanza del lenguaje y la literatura.
¿Cómo incorporar los lenguajes no verbales al currículo de lengua CASTELLANA?
Teniendo en cuenta el aporte de HECTOR PERES GRAJALES para la comprensión y producción de textos en el COMPONENTE SEMIOTICO “En un discurso semiótico parte de la base de considerar en él un proceso semiótico o semiosis, vale decir, un proceso en que se construye texto con la ayuda de los símbolos y signos que la cultura proporciona”. Teniendo en cuenta los lenguajes no verbales como el icono, el sonido y el visual.
Es de suma importancia en nuestra labor docente incorporar los lenguajes no verbales a través de estrategias lúdico pedagógicas en el currículo de lengua castellana fortaleciendo la relación de estudiante – estudiante, estudiante - docente, docente – comunidad, comunidad – estudiante. Sabiendo que todo lo que nos rodea está lleno de signos, señales, iconos, sonidos gestos e imágenes que debemos tener encuentra para incentivar en nuestros estudiantes la comprensión y producción de texto.
El papel que cumple el lenguaje en la vida de los seres humanos no solo es el de adquisición del conocimiento, también permite comunicar. A través del lenguaje comunicamos: lo que pensamos, queremos, no queremos, sentimos, deseamos, extrañamos, lo que nos gusta y lo que nos disgusta etc.; utilizando las palabras, los gestos, los movimientos, los mensajes escritos e iconográficos, entre otros.
La interacción, verbal y no verbal, cotidiana entre los interlocutores, permiten conocer la realidad y el contexto como afirma Halliday “se trata de explicar el proceso lingüístico mediante el cual se conforma, se limita y se modifica la realidad social”; es allí donde la realidad social se crea y se modifica constantemente. Como cuando en el contexto educativo el docente facilita aquellos procesos comunicativos entre estudiante-estudiante, estudiante-docente, estudiante-directivas y estudiante-padre de familia. Dichos procesos contribuirán en la formación integral y en el desarrollo de las competencias comunicativas con las cuales se pretende formar a individuos competentes y autónomos de los procesos educativos; además crear ambientes de participación en los cuales los estudiantes desplieguen su creatividad y adquieran compromiso con las actividades que se hacen dentro y fuera del aula. De otra parte nos encontramos frente a un fenómeno social y cultural que vale la pena mencionar, me refiero a la mala comunicación entre los grupos; tanto así que éste ha llevado a guerras entre bandos. Encontramos el grupo conformado por el gobierno y los que están al margen de la ley, los grupos formados por pandillas que han llegado a agredirse hasta causar la muerte a algunos de sus integrantes. Bien dice Barthes “en una sociedad dividida, hasta el mismo lenguaje produce división”; por lo tanto los docentes tenemos el compromiso de velar porque nuestras sociedades no se dispersen a causa de los malos entendidos y que además nuestra sociedad sea cada día más cultura. En tanto se seguirán haciendo estudios profundos acerca del análisis del discurso, la complejidad de la lengua y el uso de la misma en las distintas culturas, semiología, pragmática, sociolingüística, el reconocimiento de nuevos términos que deban ser incluidos en el diccionario de la real academia, etc. Finalmente tenemos que los códigos simbólicos de la cultura como la moda, el sistema de objetos, la publicidad, el cómic o los concursos de televisión conforman el imaginario social como afirma Eco “vivimos en un mundo invadido por una pluralidad de códigos (gestuales, proxémicos, verbales, sonoros, iconográficos…) que interactúan en el seno de situaciones culturales…”. Y si a esto agregamos los sistemas tecnológicos cargados de gran iconicidad, estaremos frente al gran fenómeno social de la comunicación de masas que además de ser un eficaz recurso de persuasión ideológica (Lomas 1990b y 1991) también se convierte en una excelente herramienta pedagógica para desarrollar en los estudiantes la competencia comunicativa a partir de las TIC (Radio, televisión, prensa, internet) buscando desarrollar en los estudiantes competencias discursivas (lingüística, sociocultura, espectatorial…) mediante la cual los estudiantes entiendan la comunicación iconoverbal como un complejo proceso de producción de sentido orientado a producir determinados efectos culturales.
Teniendo en cuenta el aporte de HECTOR PERES GRAJALES para la comprensión y producción de textos en el COMPONENTE SEMIOTICO “En un discurso semiótico parte de la base de considerar en él un proceso semiótico o semiosis, vale decir, un proceso en que se construye texto con la ayuda de los símbolos y signos que la cultura proporciona”. Teniendo en cuenta los lenguajes no verbales como el icono, el sonido y el visual.
Es de suma importancia en nuestra labor docente incorporar los lenguajes no verbales a través de estrategias lúdico pedagógicas en el currículo de lengua castellana fortaleciendo la relación de estudiante – estudiante, estudiante - docente, docente – comunidad, comunidad – estudiante. Sabiendo que todo lo que nos rodea está lleno de signos, señales, iconos, sonidos gestos e imágenes que debemos tener encuentra para incentivar en nuestros estudiantes la comprensión y producción de texto.
El papel que cumple el lenguaje en la vida de los seres humanos no solo es el de adquisición del conocimiento, también permite comunicar. A través del lenguaje comunicamos: lo que pensamos, queremos, no queremos, sentimos, deseamos, extrañamos, lo que nos gusta y lo que nos disgusta etc.; utilizando las palabras, los gestos, los movimientos, los mensajes escritos e iconográficos, entre otros.
La interacción, verbal y no verbal, cotidiana entre los interlocutores, permiten conocer la realidad y el contexto como afirma Halliday “se trata de explicar el proceso lingüístico mediante el cual se conforma, se limita y se modifica la realidad social”; es allí donde la realidad social se crea y se modifica constantemente. Como cuando en el contexto educativo el docente facilita aquellos procesos comunicativos entre estudiante-estudiante, estudiante-docente, estudiante-directivas y estudiante-padre de familia. Dichos procesos contribuirán en la formación integral y en el desarrollo de las competencias comunicativas con las cuales se pretende formar a individuos competentes y autónomos de los procesos educativos; además crear ambientes de participación en los cuales los estudiantes desplieguen su creatividad y adquieran compromiso con las actividades que se hacen dentro y fuera del aula. De otra parte nos encontramos frente a un fenómeno social y cultural que vale la pena mencionar, me refiero a la mala comunicación entre los grupos; tanto así que éste ha llevado a guerras entre bandos. Encontramos el grupo conformado por el gobierno y los que están al margen de la ley, los grupos formados por pandillas que han llegado a agredirse hasta causar la muerte a algunos de sus integrantes. Bien dice Barthes “en una sociedad dividida, hasta el mismo lenguaje produce división”; por lo tanto los docentes tenemos el compromiso de velar porque nuestras sociedades no se dispersen a causa de los malos entendidos y que además nuestra sociedad sea cada día más cultura. En tanto se seguirán haciendo estudios profundos acerca del análisis del discurso, la complejidad de la lengua y el uso de la misma en las distintas culturas, semiología, pragmática, sociolingüística, el reconocimiento de nuevos términos que deban ser incluidos en el diccionario de la real academia, etc. Finalmente tenemos que los códigos simbólicos de la cultura como la moda, el sistema de objetos, la publicidad, el cómic o los concursos de televisión conforman el imaginario social como afirma Eco “vivimos en un mundo invadido por una pluralidad de códigos (gestuales, proxémicos, verbales, sonoros, iconográficos…) que interactúan en el seno de situaciones culturales…”. Y si a esto agregamos los sistemas tecnológicos cargados de gran iconicidad, estaremos frente al gran fenómeno social de la comunicación de masas que además de ser un eficaz recurso de persuasión ideológica (Lomas 1990b y 1991) también se convierte en una excelente herramienta pedagógica para desarrollar en los estudiantes la competencia comunicativa a partir de las TIC (Radio, televisión, prensa, internet) buscando desarrollar en los estudiantes competencias discursivas (lingüística, sociocultura, espectatorial…) mediante la cual los estudiantes entiendan la comunicación iconoverbal como un complejo proceso de producción de sentido orientado a producir determinados efectos culturales.
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